En la última
semana de diciembre previa a las vacaciones de Navidad, los alumnos de Educación Infantil de 5 años hemos bajado al huerto del cole.
Bajo esa luz tan resplandeciente de las frías mañanas de este mes hemos aprendido
muchas cosas.
Hemos
aprendido que hay que remover la tierra con una azada, para que esté blandita y esponjosa y permita pasar el
oxígeno y se prepare para lo que vendrá después.
Hemos
descubierto que habían crecido en los bancales de forma espontánea dos
mini-árboles: las vainas de la acacia al caer al suelo han liberado sus
semillas y hay una "baby-acacia" y las semillas voladoras de algún olmo vecino a
las que el viento arrastró hasta aquí han hecho nacer un "baby-olmo".
Hemos
aprendido que hay verduras que se recogen en los huertos este mes tan invernal,
las de hoja verde y ancha, tales como las espinacas y las acelgas. ¿Por qué
tiene la hoja tan grande?... Pues porque no echan flor, ya no les da tiempo y
porque intentan recoger el máximo de luz (ahora que hay poca) a través de sus
grandes hojas.
¿Qué
necesitan las semillas que hemos plantado en vasitos de yogur antes de que
crezcan y las transplantemos en primavera a nuestro huerto?. Tres cosas:
-Luz, agua y
tierra.
No las
pondremos cerca de la calefacción, ni en corrientes de aire, ni en un sitio
oscuro; si queremos que nuestras plantitas prosperen.
Hemos
plantado semillas de albahaca, rabanitos y garbanzos.
Emilia Sánchez
Profesora de Educación Infantil
Miembro del Comité Ambiental